LOS COMIENZOS

En 1969 Silvestre Sánchez adquiere un bar llamado “Can Rosith”, ubicado en la Barceloneta. Como suele suceder, los inicios no fueron fáciles, hubo que conseguir financiación para reformar el antiguo local, tener liquidez para comprar las mercaderías y pagar a los proveedores, etc. Pero Silvestre contando con el incondicional apoyo de toda su familia, y sobre todo de su mujer Lorenza González, y de su hermano Modesto Sánchez y sumando entre todos un enorme esfuerzo, ilusión y ganas de trabajar, no se arredró ante la incertidumbre y se lanzó a escribir la página en blanco de la historia del nuevo restaurante. Tras la concluir la reforma inicial, “Can Rosith” paso a llamarse Restaurante Salamanca en recuerdo a la tierra de origen de Silvestre.

Con unas ansias de prosperar tremendas y trabajando sin descanso, Silvestre y su familia, fueron pagando los préstamos y haciendo crecer el negocio y fue adquiriendo varios locales anexos pasando en pocos años de ser un humilde bar y casa de comidas, a ser el gran Restaurante que es hoy en día y que cuenta con varios salones y una magnífica terraza.

Paralelamente al crecimiento de las instalaciones, la reputación del Restaurante Salamanca fue creciendo entre los Barceloneses. A ello contribuyeron la fama que fueron adquiriendo las paellas, la calidad y frescura de los mariscos y pescados, que Silvestre seleccionaba cuidadosamente, la exquisitez de los jamones, embutidos y carnes que traía desde Salamanca. El cariño y dedicación con el que Silvestre trataba, y enseñaba a que tratasen, a todos los que visitaban su local, también fue desde el inicio una seña de identidad. De este modo “El Salamanca” se convirtió en una referencia en la ciudad.

LA EVOLUCIÓN Y CONSOLIDACIÓN DEL RESTAURANTE

Con el transcurrir de los años, el Barrio de la Barceloneta fue evolucionando y creciendo, igual que el propio restaurante. Y con la llegada de las Olimpiadas, en Barcelona se hicieron obras y remodelaciones que abrieron mucho más la ciudad al mar, y la playa de la Barceloneta pasó a ser el lugar privilegiado que es hoy en día. Se añadió así la ubicación del restaurante, como un atractivo más.

El Restaurante Salamanca es hoy en día un restaurante de culto, en Barcelona. Un local con las paredes trufadas de recuerdos. Desde Dalí hasta Messi, nuestro restaurante ha sido y es visitado por personalidades de la cultura, el deporte, la política y la sociedad. Miles de anécdotas, de interesantes tertulias y conversaciones, de celebraciones y de encuentros, han sucedido en las mesas de nuestro querido “Salamanca”.

PRESENTE Y FUTURO DEL RESTAURANTE SALAMANCA

Con 50 años de historia tras nosotros, podemos decir con gran satisfacción que el Restaurante Salamanca, es el restaurante “de toda la vida” para miles de familias de Barceloneses. 

El futuro está por escribir, y Silvestre y su familia se ha encargado de llenar el tintero con los valores que han llevado al Restaurante Salamanca al lugar donde está actualmente.